sábado, 14 de julio de 2018

Memorias

En algún momento,
hace algunos años.
Sólo eramos niños,
quebrados,
jugando a ser adultos.
Y claro, pagamos el costo.
Sólo querías ser feliz,
y sonreír,
sólo quería ser una gran chica.
Ya lo sabemos,
hoy sabemos que no se trata
de eso.
Gracias a todos.
Sí, nos quedó claro.
Que nadie te regala nada,
que nadie es responsable por ti,
que siempre serás juzgada,
que a nadie le darás gusto.
Que al final de cuentas estás sola.
Etcétera, etcétera.
No voy a hacer dramas.
También aprendimos
que hay que callarse.
A todos nos toca supongo,
de muchas maneras,
aprendemos que la vida es dura.
Pero hoy te recordé con la mochila al hombro,
con una sonrisa maravillosa.
Hoy recordé que no sabías cocinar muy bien,
que te gustaba dormir y levantarte tarde,
que nos besábamos descubriendo nuestros misterios,
que teníamos sueños ingenuos juntos,
que nos creíamos buenos,
tan buenos tu y yo.
Hoy te recordé así.
Antes de haberte roto el corazón.
Siendo sólo un niño.
Del que me enamoré para siempre.
Antes de que el mundo hubiese clavado
por completo sus garras en ti,
en mí.
Y no sé, no sé.
Si la vida es así siempre,
si así tiene que ser siempre.
Si al final de cuentas esto es normal.
Si así es para todos.
¿Por qué carajos dan ganas de llorar?